martes, 25 de septiembre de 2007

¿Quien ganó con la democracia?



Un participante del Foro Aula Libre concluyo que si la actual oposición al gobierno se ha constituido en una férrea defensora de la institucionalidad democrática es simplemente porque le ha sido beneficiosa: ¿no será –se preguntaba- que les ha servido? La interrogante es oportuna. ¿A quien finalmente sirvió la democracia? La respuesta tendría que decir que a todos, pero fundamentalmente a los situados en los extremos de la escala social. A los de arriba y a los abajo.
En efecto, para empezar el Movimiento al Socialismo (MAS) no habría llegado donde llegó sin democracia, y el presidente no hubiera sido ni siquiera diputado si es que la democracia tan vapuleada últimamente no hubiera brindado las condiciones y mantenido los mecanismos que hicieron posible la organización objetiva y subjetiva de las mayorías excluidas. La naturaleza inclusiva de la democracia –defectos y todo- permitió que en cerca de un cuarto de siglo los sectores sociales tradicionalmente marginados perfilaran la formación de sus propios mecanismos de participación política. El respeto a la divergencia y la importancia del disenso hicieron posible la elaboración progresiva de discursos alternativos y escenarios diferentes que culminaron en movimientos sociales poderosos al amparo de los derechos que los protegían. Los sectores mas poderosos en el ámbito económico se beneficiaron también de los mismos mecanismos logrando un sistema mediante el cual la riqueza se acumulaba en pocas manos y las desigualdades se hacían abismales. La democracia hizo posible una brecha entre ricos y pobres sin precedentes tanto como la formación de un espacio político capaz de permitir –con tensos y conflictivos procesos de por medio- la formación de escenarios democrático-populares nunca antes visto. Los de arriba y los de abajo lograron beneficios en el horizonte en que se habían posicionado frente a la historia, unos en la epopeya de vencer la exclusión, los otros, de consolidar su poder económico; los sectores medios reconocieron las ventajas de vivir sin temores, cero represión, libertad de prensa, libertad de expresión, vigencia de los Derechos, Poderes estatales garantizados, etc. ¿Qué se puede juzgar malamente? Sus operadores.
En efecto, quienes administraron la democracia erraron al no hacer de ella un proceso de participación e inclusión en la óptica de una visión de más largo trazo histórico. Los “poderosos” nunca pudieron ver más allá de sus objetivos inmediatos. Tampoco pudieron diseñar un país y proyectar una utopía, fueron los cruceños los que vislumbraron un horizonte mayor, de ahí los rencores que desatan en el occidente de miradas siempre cortas, esta divergencia de perspectivas centradas en las virtudes de la democracia es lo que lleva a nuestro amigo forista a pensar que la democracia solo sirvió a los poderosos, en realidad sirvió a todos aunque a unos les permitió mirar mas allá de sus narices. Las actuales criticas a la democracia, empero, no proponen nada alternativo, tampoco por cierto nos hablan de dictadura. Esta suerte de incógnita existencial sugiere un análisis profundo del curso que podría tomar la democracia boliviana, particularmente por que como en todo, hay democracias y “democracias”.

No hay comentarios: