viernes, 17 de julio de 2009

Cárdenas, la opción posible

Víctor Hugo Cárdenas puso de manifiesto la fragilidad política de un régimen que -a pesar del monopolio de la violencia- ha visto en el ex mandatario un duro rival frente a Evo Morales, empero, ¿Qué hace de Cárdenas una amenaza electoral? Veamos.

En un rápido y nada exhaustivo inventario encontramos en primer lugar la ascendencia étnica que comparte con el actual mandatario; ambos son aymaras lo que en términos culturales los pone en el mismo horizonte de poder, segundo, el dada la naturaleza del proceso, y particularmente por la forma excluyente en que lo dirige Morales, parece claro que hasta que la sociedad boliviana no alcance un punto de equilibrio socio-étnico y cultural (mas allá de las frases hechas y la explotación política de las diferencias) el retorno de los mestizos blancoides es poco probable, de manera que, al menos por ahora, el adversario potencial debe compartir los rasgos étnico-culturales andinos y Víctor Hugo Cárdenas los posee de sobra. En tercer lugar, se suma un conocimiento racionalizado de las dimensiones antropológicas de la cultura andina. Cárdenas fue considerado siempre un icono de la racionalidad andina moderna y su trayectoria intelectual eclipsa el pragmatismo casi despótico del actual presiente, en ese sentido, Cárdenas se sitúa muy por encima del actual presidente y de la mayoría de los principales lideres del MAS cuya acción se aproxima mas a un etnocentrismo de base mítico-racista frente a un Cárdenas que sin renunciar a su identidad, es capaz de comprender las dimensiones políticas de la diversidad sin rencores ni ánimos de revancha, rasgos más bien acentuados en el actual gobierno.

A todo lo antedicho se suma un factor de radical importancia política: la visión democrática del cambio. La apelación democrática y la negativa a aceptar –por parte de Cárdenas- una CPE alejada de una visión occidental moderna, pone a Cárdenas en condiciones de catalizar la desazón y el desencanto que genero un gobierno marcado por el abuso y la trasgresión de las normas y la institucionalidad democrática, pero además, el discurso democrático y una visión moderna del desarrollo lo habilita política y culturalmente ante las fuerzas agrupadas en el oriente boliviano, bastión de la resistencia al gobierno y reservorio de las nociones democráticas heredades del periodo neoliberal.

Los atropellos y la toma de la vivienda del ex – vicepresidente lo único que han hecho es desencadenar las aspiraciones legítimamente democráticas de un amplio sector de la sociedad boliviana concentrada en torno a las clases medias, y hacer de Víctor Hugo Cárdenas un potencial actor capas de articular la polarizada sociedad boliviana en un escenario menos agresivo. Sin duda el MAS ha producido su mejor antídoto justo a orillas del lago sagrado.

1 comentario:

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo con tu articulo. Hay que poner el hombro para fortalecer esta opcion